Antes de empezar, esta guía está enfocada principalmente en el ámbito gaming, pero también aplica para todo tipo de monitores. En este artículo les enseñaré a entender las especificaciones más importantes al elegir un monitor, qué son y en qué consisten además les aconsejaremos sobre modelos para elegir sin importar su presupuesto.
No puedo explicarlo todo al detalle, ya que el tema de los monitores es muy extenso, pero haré un resumen y dejaré algunas cosas relevantes atrás. ¡Vamos al lío!
Hace unos años, me sentía muy perdido cuando leía las características de un monitor. Leía que tenía un tipo de panel TN o IPS, ángulos de visión, tiempo de respuesta, entre otros términos que no entendía. Por eso, decidí hacer este artículo, para ayudar a aquellos que también se sientan perdidos al elegir un monitor. Explicaré de qué se trata cada especificación y daré consejos para elegir el mejor monitor para cada uno.
Existen tres tipos de paneles comunes en los monitores: TN, IPS y VA. Los paneles TN son los más comunes en monitores gaming debido a su baja respuesta y ángulos de visión más bajos. Los paneles IPS ofrecen una mejor reproducción de colores y ángulos de visión, pero su tiempo de respuesta suele ser más alto. Los paneles VA suelen tener un tiempo de respuesta intermedio y ofrecen una buena reproducción de colores. La elección del panel depende de las necesidades y preferencias de cada persona.
Al igual que ocurre con un televisor, el tamaño de un monitor se mide por la distancia en diagonal de un vértice de la pantalla a otro en pulgadas. Hace un años proliferaban los monitores de 20-23 pulgadas, pero actualmente podemos encontrar tamaños mucho mayores superando ampliamente las 27 pulgadas.
Para elegir un tamaño de monitor adecuado deberemos tener en cuenta principalmente la distancia a la que se va a situar, si es una mesa normal, un monitor entre 27 y 32 pulgadas puede ser la opción ideal, aunque este es un aspecto que debes valorar ya que es muy personal.
El formato de imagen se refiere a la relación de aspecto entre el ancho y el alto del monitor. Los formatos más comunes son 16:9 y 21:9. Los monitores de 16:9 tienen resoluciones como 1920x1080, 2560x1440 y 3840x2160, mientras que los de 21:9 son los ultra panorámicos y pueden tener resoluciones como 2560x1080 y 3440x1440. También existen otros formatos de imagen, pero ya no son tan comunes y no los recomendaría.
El tiempo de respuesta es el tiempo que tarda un píxel en cambiar de un color a otro y volver a su color original. Se mide en milisegundos y mientras más rápido sea, mejor. Un tiempo de respuesta alto puede producir efectos como ghosting y tearing, que son especialmente molestos al jugar juegos competitivos. Por eso, es importante que el tiempo de respuesta sea bajo para tener una experiencia de juego fluida y sin interrupciones.
La resolución se refiere al número de píxeles que componen la imagen en el monitor. A mayor resolución, mayor nitidez tendrá la imagen. La resolución ideal depende del tamaño del monitor. Por ejemplo, para monitores de 16:9, una resolución de 1920x1080 es ideal para tamaños de hasta 24 pulgadas, mientras que una resolución de 2560x1440 es ideal para tamaños de hasta 27 pulgadas, y una resolución de 3840x2160 es ideal para tamaños mayores a 27 pulgadas.
La tasa de refresco indica la cantidad de veces que la imagen de la pantalla se actualiza por segundo. Se mide en hercios (Hz). A mayor tasa de refresco, mayor fluidez tendrá la imagen en movimiento. Una tasa de refresco alta es especialmente importante al jugar juegos competitivos, ya que permite tener una visión más clara de los enemigos en movimiento. Una tasa de refresco de 144Hz o 240Hz es ideal para juegos competitivos.
El HDR (Alto Rango Dinámico) es una técnica que permite generar imágenes con una mayor cantidad de tonalidad y fidelidad visual. Sin embargo, no todos los monitores y contenido son compatibles con HDR, por lo que es importante verificar la compatibilidad antes de elegir un monitor con esta tecnología.
La profundidad de color se refiere al número de bits que se utilizan para representar los colores en el monitor. Cuanto mayor sea la profundidad de color, mejor será la reproducción de colores y mayor será la paleta de colores que el monitor puede mostrar. Una profundidad de color de 8 bits o más es recomendable para obtener una buena calidad de imagen.
En función de nuestro presupuesto podemos elegir entre: